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sábado, 15 de enero de 2011

Ricardo Acevedo entrevista al escritor de literatura fantástica David Mateo



Ricardo Acevedo entrevista al escritor de literatura fantástica David Mateo

Ricardo Acevedo.- Philip K. Dick le preguntó a un amigo que qué pensaba hacer al terminar el colegio y éste le dijo: «Voy a ser pirata». ¿Qué quería ser David Mateo?.

David Mateo.- Sin duda alguna, Dick era un tipo inteligente. A mí me hubiera gustado ser un poco como Bastián Baltasar, el protagonista de «La historia interminable», y entrar en un cuento de fantasía para volar a lomos de Fujur y tener mi propia Emperatriz de ensueño. Al final, te das cuenta de que nada de eso es posible y tratas de llevar al límite tus fantasías de la única manera en que puede hacerse: escribiendo.


R. A.-¿Quién es Tobías Grumm?

David Mateo.- Originalmente era un gnomo de un libro infantil que me llevaba entre manos. A Jorge Ruíz Morales, mi primer editor, le gustó y decidió que ese sería mi nombre de guerra en la saga de «La tierra del dragón». Eran otros tiempos. No se publicaban a tantos autores españoles y parece ser que tener un pseudónimo anglosajón era garantía de ventas. Por suerte, los tiempos han cambiado y Tobías Grumm vuelve a ser el gnomo que pululaba por mi cuento.

R. A.- ¿Te consideras un autor de método o eres de los que permiten que tus personajes  anden a la desbandada?

David Mateo.- ¡Horror! Un personaje jamás puede tener libre albedrío en mis historias. Debe de dar la sensación ante el lector que toma sus decisiones libremente, pero creo que el autor debe de mantenerlo bien sujeto con la correa. Soy un escritor de método que intenta dejar el mínimo espacio a la improvisación. Me da vértigo llegar a un punto ciego de la novela y no saber continuar.

R. A.- ¿Qué es la Pentápolis?

David Mateo.- Son las cinco ciudades malditas del antiguo testamento. Según el capítulo 14 del Libro del Génesis, estas ciudades se enfrentaron a los pueblos del Éufrates y sus reyezuelos acabaron sepultados en los pozos de betún. Más tarde, Lot y su familia, tras ser avisados por el ángel, huyeron hacia Soar mientras Yahvé desataba su ira divina sobre la Pentápolis. Tras leer este fragmento bíblico, me pareció un escenario muy sugerente para situar parte de la acción de «Heredero de la alquimia». Obviamente, la historia no sigue a pies juntillas la historia que se nos cuenta en el Antiguo Testamento, pero la ambientación de Sodoma y Gomorra está muy presente.

R. A.- Javier negrete (en su comentario a tu libro) afirma: “… No había disfrutado tanto de la combinación de historia legendaria, magia y fantasía desde los relatos de Conan” ¿te consideras un seguidor de Robert E. Howard?

David Mateo.- Sí, por supuesto, creo que todo seguidor de la literatura fantástica debe tener muy presente a Howard, tan presente como se tiene a Tolkien, a Moorcock o a Leiber. Howard es todo un personaje a seguir, pues más allá del universo de Conan, tenemos a otros héroes interesantísimos como Solomon Kane, Kull de Valusia o el mercenario germánico Gottfried Von Kalmbach, que tuvo la suerte de cruzarse con otro de los mitos vivientes de Howard: Sonya la Roja. Creo que la imaginería de Howard no tenía límites y, hoy por hoy, es el mayor exponente del subgénero espada y brujería.

R. A.- Heredero de la Alquimia  es una novela llena de imágenes sugerentes, muy grafica ¿Te gustaría que fuera llevada al cómic?

David Mateo.- Por supuesto… ¡cómo no! Aunque también es cierto que llevo tantos proyectos literarios entre manos que me sería imposible guionizarlo. Me encantaría que el trabajo cayera en manos de otras personas y poder sumergirme en un mundo que yo mismo he creado. Sería curioso.


R. A.- ¿Con qué autores y obras te has sentido más influenciado en la creación de Herederos de la Alquimia?

David Mateo.- Supongo que hay una mezcla de todo. Para mí, Javier Negrete es, hoy por hoy, el mejor autor de fantasía épica nacional. Su estilo directo y ameno sirve de acicate para que sus novelas fluyan con muchísimo vigor. «Rihla» de Juan Miguel Aguilera, me influyó también. No en vano, la novela tiene varios guiños a este autor. Pero al final, conforme vas creciendo como escritor, dejas de mirar a otros, y te concentras en el trabajo que llevas entre manos. La verdad, no soy muy consciente de si se me ve demasiado el plumero a la hora de meter otras voces en mis libros.

R. A.- Neferet y Akbeth ¿Cómo surgieron?

David Mateo.- Hace poco, en una entrevista radiofónica, mi buen amigo Alfonso Merelo me comentaba que muchas de las historias de fantasía están protagonizadas por maestros y pupilos. Y es verdad, yo necesitaba eso para «Heredero» por la historia que iba a contar, necesitaba a una especie de Guillermo de Baskerville que guiase a su correspondiente Adso de Melk, pero en cuanto te pones en la piel de Neferet, te das cuenta de que ella no tiene nada que ver con su homólogo franciscano. Neferet puede ser absorbente como una madre y celosa como una amante. No quiere ser maestra, ni compartir su sabiduría con Akbeth… y eso les lleva a continuos escarceos. Creo que entre ambos existe una relación muy divertida.

R. A.- ¿Cómo has podido escapar a uno de los grandes tópicos del fantástico: acampar, desacampar… ser atacados?

David Mateo.- En una novela tan larga como Heredero hay tiempo para acampar, desacampar y ser atacados innumerables veces. Pero sí que es cierto que huyo de los continuos tópicos que amordazan a la literatura fantástica. Quizás sea porque en las quinientas y pico páginas que componen el libro, hay una historia muy importante que se va desmenuzando poco a poco y eso apenas deja tiempo a los topicazos. Sea como sea, a lo largo de la historia hay tiempo para todo: aventuras, persecuciones, batallas y mucha adrenalina.

R. A.- He tomado esta frase: El miedo, Akbeth. Un miedo ancestral que todas las especies asumen desde su nacimiento. El miedo a la extinción. ¿Se puede considerar Herederos de la Alquimia como una historia de terror?

David Mateo.- Hay fragmentos de Heredero que sí que podrían circunscribirse al género más oscuro de la fantasía. No en vano, parte del envoltorio científico que rodea a la historia nace de los fundamentos del alquimista alemán Teofrasto Paracelso y sus escabrosos métodos a la hora de crear homúnculos. Lo cierto es que uno de los mayores terrores de los seres vivos radica en su propia extinción. Y de eso es de lo que trata la novela: de la creación y de la muerte y de las diferentes decisiones que podemos llegar a tomar para subsistir.

R. A.- Si pudieras crear un casting (nacional e internacional) para llevar Heredero  de la Alquimia al cine ¿A quienes seleccionarías?

David Mateo.- Es complicado, porque la mayoría de los personajes nacen de la imaginación y no existen modelos físicos que se les aproximen; lo cual es, a su vez, una suerte, porque cuando un escritor te dice: ‘éste modelo es tal personaje’, cabe la posibilidad de que se venga abajo un mito. Sea como sea, si estás pensando en Neferet (el ochenta por cien de los lectores que han leído el libro acaban quedándose con Neferet), cuando vi la película de 300 y contemplé a Lena Headey haciendo de espartana, no pude evitar pensar que esa sería una buena Neferet.

 R. A.- La portada de Heredero de la Alquimia me ha gustado mucho ¿Tuviste algo que ver en su elección de la portada?

David Mateo.- La suerte de trabajar con Ricardo de Ilarion/Dibbuks es que está tan metido en el mundo de la imagen y del cómic, que dio a la primera con la portada adecuada. Parece que el trabajo de Elena Dudina le ha gustado a todo el mundo y eso es mérito del editor.

R. A.- Una pregunta para cerrar esta entrevista: ¿Estas trabajando en algún nuevo proyecto?

David Mateo.- En muchos, la vida del escritor debe ser una constante. En breve aparecerá una novela de zombis titulada «Carne muerta» en la línea Z de Dolmen. Trata de un universo muy parecido al de «Y, el último hombre» —uno de mis comics preferidos—, en el que todos los hombres han muerto y las mujeres tratan de organizarse. Sin embargo, en «Carne muerta» a los hombres no se les ocurre otra idea que «regresar».
Más adelante, en Abril, publicaré con AJEC: «Noches de sal». Es una novela de terror muy personal, ambientada en Valencia, con personajes cercanos y reales que se enfrentan a lo sobrenatural. En ella mato muchos fantasmas, propios y ajenos. Hablo del afecto, del cariño, del arte, de la literatura, aunque también de la soledad, de la oscuridad y del horror. Si todo sale según lo previsto, ambas novelas estarán disponibles para la próxima feria del libro.
También trabajo con varias editoriales vinculadas al circuito de los colegios e institutos y dedicadas al mercado autonómico. Estamos trabajando en sendos proyectos relacionados con la literatura de terror más clásica: vampiros y Lovecraft.
A más largo plazo quedaría una hipotética segunda parte de «Heredero de la alquimia» y una novela a cuatro manos con un buen amigo: Juan de Dios Garduño.

R. A.- Bueno (sobre que esta sea la última pregunta)  no es totalmente cierto…
¿Señor de los Anillos o las Crónicas de Narnia?

David Mateo.- Tolkien maría santísima y sin pecado concebida. En mi opinión, no hay color.

R. A.- ¿Paella o Arroz Tres Delicias?

David Mateo.- Paella, por supuesto.

R. A.- ¿Vampiros o zombis?

David Mateo.- Esta es más difícil. Haremos un guiño a «Carne muerta» y me quedo con los zombis. Aunque en el fondo todo es carroña resucitada, salvo que a unos los matas con una estaca y a los otros con un tiro en los sesos.

R. A.- ¿Qué personaje de ficción te gustaría ser?

David Mateo.- Darth Vader. Murió mayor y el tío se lo pasó de puta madre.

R. A.- ¿La peor novela que has leído?

David Mateo.- Cualquier historia de Terry Brooks y de su saga de Shannara.

R. A.- ¿La mejor?

David Mateo.- It, de Stephen King.

R. A.- ¿Qué música escuchas?

David Mateo.- Cualquiera que pase por el dial cuando enchufo la radio del coche. Viajo mucho por el trabajo.

R. A.- 3D ¿si o no?

David Mateo.- Dios mío, no. Salvo Avatar, todos los 3D que he visto son infumables.

R. A.- ¿Superpoder?

David Mateo.-¿Vale ser Spiderman?

R. A.- ¿Un sueño que hayas tenido?

David Mateo.- Antaño se decía: «Una vez soñé que se acababan las guerras», hoy muchos soñamos con que se acabe la crisis y la gente vuelva a ser feliz y lleve una vida próspera.

R. A.- Ahora si (de verdad) terminamos. ¡Gracias David Mateo!

David Mateo.- Muchísimas gracias a vosotros y a vuestros lectores. Ha sido una entrevista muy divertida.



BIOGRAFÍA LITERARIA

David Mateo (Valencia, 1976) es autor de novelas de género fantástico. Cuenta con seis títulos entre su repertorio: «Nicho de reyes», «El último dragón», «Encrucijada», «Heredero de la alquimia», la novela juvenil «El susurro del bosque» y la recopilación de cuentos «Perversa». Colaborador de la revista de cine «Scifiworld», de las páginas «Fantasymundo» y «JuegosDB» y de varios diarios de la Comunidad Valenciana. En el 2009 publica el libro ilustrado «Valencia CF, xé que bo» en el que se realiza una mirada desenfadada y dinámica a los casi cien años de historia de la institución valenciana.

Trabaja como dinamizador sociocultural y gestor de eventos literarios para diversas entidades públicas y privadas. Ha dirigido dos revistas dedicadas a la literatura fantástica y a lo largo del 2011 sus obras comenzarán a ser publicadas en el mercado francés.

Ricardo Acevedo (La Habana, Cuba, 1969) es Director (junto a Carmen R. Signes U.) de la Revista Digital miNatura. Una vez vino un ángel (Ediciones Extramuros, 2000, Ciudad de La Habana, Cuba); Historias soñadas y  otros minicuentos (Ediciones Luminaria, 2003, Sancti Spiritus, Cuba); Juventud Técnica. Revista científico-técnica popular de la juventud Cubana (Editorial Abril, 2005, La Habana, Cuba); Secretos del Futuro. Cuentos cubanos de fantasía y ciencia ficción (Editorial Sed de Belleza, 2005, Santa Clara, Cuba); IIº Certamen de poesía y relato GrupoBuho.com (Editorial GrupoBuho, 2005, España); El  equilibrio del mundo y otros minicuentos (Editorial Caja China, Colección Diente de perro, 2007, Cuba); Crónicas del mañana. 50 años de cuentos cubanos de ciencia ficción (Editorial Letras Cubanas, 2008, Cuba). Ha impartido conferencias sobre el género fantástico tanto en Cuba (Taller de literatura fantástica Espiral, La Habana) como en España (UJI, Castellón). Co-organizador de Fantasti´cs 2010 (Castellón). Cuentos de su autoria han aparecido en diferentes web o blogs del género.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Foro de la mundialización: Micro-Utopias. La variedad de las crisis y sus soluciones - Murcia

Conferencia:
La variedad de las crisis y sus soluciones
François Hourtard



"El capitalismo no estallará por sí solo, hemos de preparar su desmantelamiento"

Todo el mundo habla de la crisis. Y casi siempre referida al ámbito económico. En su conferencia, François Hourtard, nos ilustró con sencillez sobre que esta, que llamamos crisis a secas, como si fuese otra de las crisis cíclicas clásicas, es en realidad el resultado de la convergencia de diversas crisis que el capitalismo ha generado desde su propia esencia, desde sus propios fundamentos. La crisis financiera y sus repercusiones económicas, la crisis alimentaria, climática, el escandaloso gasto armamentístico y el ritmo creciente de las desigualdades sociales son intrísecos a los mecanismos capitalistas. No es una crisis más, es la suma de estas y algunas más lo que ha generado la más profunda e insostenible respecto a todas las anteriores.  Después nos habló de las diferentes "soluciones" barajadas y de su ineficiencia a medio y largo plazo para terminar exponiendo los criterios que debe seguir una verdadera alternativa. El filósofo y coordinador del ciclo, Francisco Jarauta, le presentó.



Y Alteridad le hizo esta breve entrevista:

Alteridad.- ¿Cree que el actual conjunto de crisis, al no ser una crisis cíclica habitual sino estructural, terminará por hacer estallar el capitalismo?

François Hourtard.- No lo creo. Es posible que crisis como la ambiental, que está haciendo decrecer la tasa de ganancia por sus efectos, sean afontadas con mayor determinación por el capital pero no podemos pensar que el capitalismo va a caer por sí mismo. Hemos de preparar su desmantelamiento.

A.- ¿Sigue vigente la filosofía surgida en Porto Alegre de que otro mundo es posible y que luego  fue hecha suya por el movimiento antiglobalización, ahora que éste parece haber perdido fuelle?

F. H.- Sí, absolutamente. Y ha evolucionado positivamente comprendiendo la necesidad de la acción política en todos los ámbitos.

A.- Se ha afirmado, hacíendo alusión al título para este año del ciclo, "Micro-Utopías", algo así como que,ya que no podemos pensar en una solución global e inmediata al conjunto de crisis, conviene ahora centrarse en las Micro-Utopías posibles. ¿Está de acuerdo?

F. H.-Son maneras de ir acumulando experiencias y fuerzas pero también insuficientes. Es primordial la otra parte, la convergencia de las acciones políticas.


jueves, 9 de septiembre de 2010

Entrevista a la poeta Carmen Moreno

Entrevista a Carmen Moreno

             Carmen Moreno





Alteridad.– Acabas de publicar CUANDO DIOS SE EQUIVOCA, un poemario del que tú misma dices que “Los poemas rozan o caen de lleno en un nihilismo delirante en el que el yo poético se debate para ser o abandonarse para siempre". ¿Puedes desarrollarnos esa idea?

CARMEN MORENO.–  Creo que los poetas tenemos la mala costumbre de usar palabras demasiado complejas. En este libro se respira cierto regusto de que la nada es lo único cierto. El yo poético no siempre coincide con el yo que escribe, por suerte, porque en este libro el yo poético habla desde un mundo que no nos es ajeno a ninguno, pero por del que  no nos gusta hablar: la locura.


A.– Si no calculamos mal, este es tu séptimo poemario, ¿cómo ha sido la línea evolutiva de tu poética?

C. M.–  Mi poesía primera era mucho más social que la de ahora. Ha habido una evolución hacia el ser humano como ser individual en detrimento del sentimiento grupal que tenemos. Ahora, además, creo que mi  poesía es más sencilla. La madurez me ha ido desnudando de lo inútil.
A.–  Has impulsado y participado en multitud de proyectos ¿puedes enumerar los principales y hacer un balance de tan dilatada trayectoria?

C. M.–  Creo que del que más orgullosa me siento es del “Encuentro de Jóvenes Creadores” que celebramos en Cádiz, con la colaboración de la UCA y de la Junta de Andalucía, allá por 2006.  Piensa que hablamos de una ciudad pequeña, con una tasa de empleo que sigue siendo la más alta de Europa. Creo que mi ciudad está metida en un círculo vicioso del que es complicado salir: importa más el empleo que la cultura, pero sin cultura es complicado conseguir empleo… A aquel encuentro acudieron: Javier Vela, Miriam Reyes, Óscar Sipán, Elena Medel, entre otros.

A.– ¿ Tienes nuevos proyectos en preparación?

C. M.– Siempre estoy proyectando cosas, es cuestión de no saber estar quieta. Ahora no vivo en Cádiz, sino en Madrid y estoy aprendiendo muchas cosas. Sigo queriendo aprender y Madrid es una ciudad que te permite estar creciendo continuamente.
A.– Eres una persona con variados registros: escritora, periodista, crítica, poeta… multicreadora, en suma. ¿Qué es y qué supone para ti cualquier acto creativo?

C. M.– La creación es mi modo de respirar. Cuando era jefa de administración de la empresa en la que trabajaba, me encargaba de la contabilidad y siempre la enfocaba como un acto creador. Además, los trabajadores que tenía a mi cargo eran fuente de inspiración de muchas cosas. Necesito crear para vivir. 


A.– Sabemos que también andas metida en la preparación de una antología de la poesía lésbica, además de la que ya realizaste este mismo año sobre César Vallejo, ¿cómo la llevas?


C. M.–  Sigo trabajando en ella. Es complicado que las mujeres den un paso adelante y digan: soy lesbiana. No es un reproche porque en este mundo en el que muchos dicen que ya somos iguales, las mujeres aún tenemos que demostrar siempre más. Además, admitir… La Iglesia reconoció que teníamos alma en el S.XVI, en algunas partes del mundo ser homosexual está penado con la muerte, ¿cómo decir en voz alta que eres lesbiana? No es que no haya ya nombres, y nombres de mucha calidad. Ahora, estoy planteando cómo enfocarla, pero saldrá y dará mucho de qué hablar.

Carmen Moreno es asmática, filóloga y poeta, tres enfermedades que no tienen cura.

miércoles, 18 de agosto de 2010

ENTREVISTA A JAVIER OCAÑA GALLEGO (J. SEAFREE)

Puntos cardinales II
 J. Seafree, es poeta y poeta visual, esclavo de sus pasiones, admira el arte, venera la música; pseudónimo de Javier Ocaña Gallego, pretende ser solamente un hombre libre, en zapatos y en zapatillas.



ENTREVISTA A JAVIER OCAÑA GALLEGO 
(J. SEAFREE)

Alteridad.– Tenemos entendido que últimamente andas imbuido en la edición de “DOS POEMAS Y UN CAFÉ”, ¿qué pretendes con este proyecto?

Javier Ocaña Gallego (J. Seafree).–  Sí, se trata de un sencillo trabajo editorial: DOS POEMAS Y UN CAFÉ es un díptico de comunicación y de creación fundamentalmente poético. En realidad, los antecedentes están en diversos dípticos que publiqué durante el año 2004; en aquéllos aparecían solamente versos y visuales propios. Ahora, digamos que pretendo una humilde tarea editorial, al dar a conocer creaciones de otros autores. Se distribuyen por correo postal, un medio muy “natural” años atrás. Desde hace varios años, siempre me inquietó la idea de elaborar un díptico para la poesía, y en este año finalmente me decidí a poner manos a la obra.
A.– ¿Cuándo y cómo empezaste con la poesía visual?

J. O. G.–  Mis primeros trabajos en la poesía visual son del año 1991. Las primeras composiciones partían de poemas discursivos acompañados de  una creación plástica, mezclándose versos e imágenes, alternándose, confundiéndose, fluyendo unos y otros. A mí, entonces, me gustaba denominarlos  poemas ilustrados. Pronto fuí conociendo exposiciones, autores, la historia de la experimentación en nuestro país y en otros lugares, y el interés por seguir en ese campo se acrecentó intensamente. Aquel mismo año, me invitaron a formar parte de un grupo de artistas en Madrid, la asociación cultural LA TERTULIA DE MADRID, y preparamos y realizamos una primera exposición colectiva. Supuso un primer paso de cara a la divulgación de aquello que uno realizaba, como la poesía y otros escritos, en soledad. Aquel grupo lo formaban algunos pintores, músicos y un servidor se ocupaba de los temas literarios.
A.–  Has impulsado y participado en multitud de proyectos ¿puedes enumerar los principales y hacer un balance de tan dilatada trayectoria?

J. O. G.–  En principio, me quedaría con dos: la aventura de las ediciones “Alabastro”, entre los años 1993 y 1998; el grupo comenzó con otro nombre, pero lo que publicábamos se llamaba así. En medio de aquella singladura, unificamos el nombre del grupo con la publicación. Comenzamos editando trípticos que en seguida se convirtieron en cuadernos. Siempre la poesía como protagonista. Las páginas de los versos iban acompañados de dibujos; también había colaboraciones de poemas visuales y pequeños artículos; presentábamos los números en veladas con bastante asistencia de público, la mayoría de las ocasiones en el conocido CAFÉ MANUELA, de Madrid; hicimos también algunas acciones poéticas, una exposición colectiva en 1996 y asistimos en dos años a los encuentros de editores independientes de Punta Umbría; Yolanda Pérez Herreras  -editora después de EXPERIMENTA-, poeta, poeta visual y performer, y el magnífico dibujante Ribota, formaban ALABASTRO conmigo durante los últimos años. El grupo tuvo diversas formaciones y entraron y salieron otros compañeros y compañeras. Yolanda y yo estuvimos desde el principio hasta el final.
Otra aventura interesante para mí fue la edición de LA NUEVA POESÍA ELÉCTRICA; la idea original fue de un joven con mucho talento y excelente verbo: TONY MALAGRIDA; el primer número de aquella revista (del año 1992) lo coeditamos entre él, CARLOS VALLE DE LOBOS y yo. Eran páginas con bastante intención crítica hacia muchos aspectos, contenidos surrealistas y dadaístas principalmente. Los otros tres números de la publicación (en años sucesivos) los edité en solitario. Los contenidos respiraban ese aliento subversivo, renovador, colaboraron varios autores (poetas y dibujantes sobre todo) aunque la idea original se matizó, perdió la clarividencia y la pasión del primer número, hacia una edición algo más cuidada, interesante en algunos contenidos, pero la aventura tuvo su final en el número 4 de 1995.
Ha habido otros asuntos, ediciones, exposiciones, colaboraciones,… pero esos dos citados son de alguna manera, primordiales en la ilusión y el aprendizaje que supusieron aquellos años. Fueron además, años importantes, sobre todo por la comunicación con muchos autores de tantas geografías, tendencias, campos de actividad y creación, y el intercambio de trabajos, ediciones, etc.

A.– ¿ Tienes nuevos proyectos en preparación?

J. O. G.–   Al margen de seguir mes a mes con DOS POEMAS Y UN CAFÉ; disfruto escribiendo en algunas webs de poesía visual, de creación poética, literaria. Y hay en “la maleta” un buen puñado de páginas de poemas que pudieran ser más de 1 y 2 libros, inéditos todavía. Quién sabe. En otro sentido, la ocupación por gestionar actividades y proyectos colectivos como ocurría en la década de los noventa, digamos que ahora no forma parte de mis prioridades. Seguir investigando, leyendo, descubriendo, y claro, el faro de la creación poética no se apaga nunca.
A.– Eres una persona con muchos registros: escritor, juguetón con el lenguaje poético, crítico, artesano, poeta… multicreador, en suma. ¿Qué es y qué supone para ti cualquier acto creativo?

J. O. G.–  Bueno, no estoy del todo de acuerdo con ese planteamiento de “muchos registros”: en realidad, todo tiene su raíz en la escritura, esencialmente, en la poesía; los trabajos experimentales (poesía visual, poemas objeto, lecturacciones, acciones poéticas,…), los artículos sobre arte, artistas, exposiciones, sobre libros, poetas, etc., todo tiene su origen en la escritura: ésta sería el uniforme o traje principal y el resto son complementos, más o menos, extensos, apasionantes, diversos.
El acto creativo: es una forma de trabajo liberador, responde a la necesidad de expresar, al anhelo de manifestar emociones, ideas, dudas. Independientemente del contexto en el que se desarrolle (disciplina escogida, límites temporales y espaciales, herramientas opcionales  -página, internet, exposición, edición, obra plástica, público, etc. - ) siempre he tenido la sensación de que aquello que realizo parte de dos premisas principales: el estudio y la comunicación, en otra época lo describía como la lucha y el abrazo; de un lado, la reflexión, la crítica, las posibilidades y alternativas, de otro, la necesidad de compartir para ofrecer y para escuchar y aprender. En definitivo, el acto creativo quiere ser casi siempre un gesto en búsqueda de la libertad. Uno escribe para sentirse bien, para ser libre, para ser feliz.
A.– Sabemos que también andas metido en la creación de poemas-objeto. ¿Cuáles son los que te rondan por la cabeza ahora? ¿Qué tienen de particular este tipo de creaciones?

J. O. G.–  Ciertamente la tarea de los objetos poéticos o poemas-objeto responde a un impulso añadido en las fases del propio desarrollo creativo, del aprendizaje  -que acabo de nombrar-, del conocimiento, porque éste es uno de los principales sentidos en la vida.  Llevar a cabo poemas-objetos es un paso más en ese caminar libre, en esa búsqueda de nuevas sendas. Lo cierto es que esta faceta tiene un impedimento importante:  el espacio. Las tres dimensiones determinan la posibilidad o no de desarrollar una intensa labor o no en este campo. La variedad de registros, opciones en este terreno es múltiple. De hecho, si se trabaja mucho puede uno llegar a no saber qué distancia hay entre el origen  -la escritura, el poema-  y el resultado final. Pero también es un campo liberador, como explicaba en la cuestión anterior. En definitiva, un poema-objeto debe guardar siempre el mensaje poético, desde el mecanismo que sea, o con los perfiles, códigos o matices posibles, porque si no es así, se trataría solamente de un objeto, es decir, de una escultura, y esto ya sería otra faceta o territorio plástico. De todos modos, el objeto más apreciado, probablemente, para un poeta, suele ser uno de sus propios libros, por todo lo que hay a “sus espaldas”. Un libro de fotografías de los poemas-objetos: ¿qué es? ¿un libro de poemas? ¿un objeto singular? ¿un libro de fotografías? o ¿un objeto poético en papel?.

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viernes, 9 de julio de 2010

Entrevista a Chris Stewart de Eduardo Cruz

Entrevista de Eduardo Cruz a Chris Stewart

Entrevista a Chris Stewart, autor de “Entre limones” y “El loro en el limonero”, donde vuelve  contarnos una más de sus aventuras. En esta ocasión nos presenta “Tres maneras de volcar un barco”, un libro donde narra su experiencia como patrón de barco cuando no sabía distinguir entre babor y estribor.

Contar ovejas no sirve para nada – menos saber cuantas ovejas hay – lo tengo probado. Y la manera en que uno duerme en un barco en alta mar es algo muy especial… la emoción mecedora…

Recuerdo que alguien nos propuso la idea de realizar la entrevista en un barco… Recuerdo que a ambos nos pareció una magnífica idea… Recuerdo que no había presupuesto y que tuvimos que optar por una pequeña barca a motor… Recuerdo que Chris manejaba el timón mientras yo preparaba la grabadora y el bloc de notas… Recuerdo que nuestra conversación transcurrió entre la originalidad de mis preguntas y la brillantez de sus respuestas… Recuerdo que ambos acordamos compartir el importe económico del Pulitzer… Recuerdo aquella gigantesca roca a babor… Recuerdo que la Cruz Roja nos trató con exquisita amabilidad… Recuerdo que, delante de la Guardia Civil, sólo podíamos articular la frase “¡patera no, patera no!”…

Recuerdo que ambos convenimos en que lo más seguro sería repetir la entrevista vía correo electrónico…
Esta es, pues, mi conversación con Chris Stewart, autor de “Tres maneras de volcar un barco”, que ya son cuatro:
Eduardo Cruz Acillona.-¿Es cierto que usted vive en las Alpujarras porque la Ley de Costas española le ha impuesto una orden de alejamiento del mar de cincuenta kilómetros?
Chris Stewart.- Más bien cincuenta kilómetros y cuatrocientos metros de altura… No, es una ley autoimpuesta; es que temo mucho la atracción del mar y estoy fácilmente seducido. Al ver la belleza del mar y el progreso tan digno y bello de algún que otro velero, no me quedaría más remedio que apuntarme de nuevo a navegar… y allí yace el desastre. Estoy tan contento en las montañas y no quiero putear una situación tan feliz y agradable. A mi mujer le encantan la jardinería y las plantas, y no se quedaría satisfecha del todo con la pequeña maceta de albahaca en la baranda de popa de un barco… y, como sabrás, si tu mujer está feliz todo saldrá bien.

E. C. A.- Trabajó como esquilador de ovejas y como patrón de barco. Para dormir, ¿cuenta ovejas u olas?
C S.- Contar ovejas no sirve para nada – menos saber cuantas ovejas hay – lo tengo probado. Y la manera en que uno duerme en un barco en alta mar es algo muy especial… la emoción mecedora, el sonido de las olas lamiendo el barco, el fabuloso sentido que estás dormido pero llegando a algún sitio (como viajar en tren de noche, pero más agradable). Me encanta dormir, es una de mis pasatiempos preferidos.

E. C. A.- Usted es un bon vivant / un epicúreo / un niño con cuerpo de adulto (táchese lo que no proceda)
C S.- Ay, cómo me encantan los buenos vinos, la buena comida y la buena compañía… con esos tienes la vida llena. Buena salud, algún que otro viaje interesante, una vista preciosa desde la casa… todas estas cosas también juegan su papel. El niño con cuerpo de adulto… hmm, bueno hay que admitir que no soy la persona más madura del mundo… pero me apaño.
E. C. A.- Tras leer “Tres maneras de volcar un barco” tengo la sospecha de que usted es un personaje de Tom Sharpe ¿Tiene pruebas que lo desmientan?
C S.- En absoluto. Eres muy amable. Me gusta mucho la obra de Tom Sharpe; es un genio del género cómico pero con dientes para morder donde sea necesario. Me alegro mucho que tú pienses que yo podría ser un personaje en sus libros. Y, si es verdad, lo consigo arriesgándome, siempre pisando el camino menos transitado, tomando la decisión menos convencional… y, si es verdad que no he conseguido nada realmente útil en esta vida, por lo menos he tenido una vida bastante llena, y además he conseguido entretener a la gente… y, como sabes, a la gente hay que entretenerla.
E. C. A.- ¿Qué le hizo cambiar el velero por el Valero?
C S.- Bueno… estas dos cosas, las montañas y el mar, siempre han sido dos pasiones fuertes conmigo. No se puede tener todo en esta vida; hay que elegir. Y, al fin y al cabo, la elección que hice me ha servido de puta madre.
E. C. A.- ¿Y cómo consiguió que su compañera Ana le siguiera al Valero y no en el velero?
C S.- Supongo que la gusté… después de todo ya llevamos treinta y cinco años juntos. Es mucho… y difícil de creer que dos personas – ni mucho menos una chica y un tío – serían capaces de convivir felizmente durante tantos años. Me parece que los dos elementos que más destacan son el buen sexo y un buen sentido de humor compartido.
E. C. A.- ¿Podemos enmarcar su novela entre el sosiego de “Tres hombres en una barca” de Jerome K. Jerome y la lucha contra las adversidades de “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway?
C S.- Elegimos el título, como te puedes imaginar, como reflejo de Three Men in a Boat, una obra que se ha metido profundamente en el corazón de todos los ingleses. Estaría encantado de pensar que mis humildes esfuerzos te han puesto en mente de J.K. Jerome. El Viejo y el Mar es más profundo, trata más de la noche oscura del alma. Aunque enfrente dificultades, mi manera de tratarlas es mucho más ligera, tiene mucho menos enjundia que Hemingway.
E. C. A.- Estuvo en la Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares ¿Cómo fue su relación con los lectores? ¿Convenció a alguno para dar un paseo en barca por el estanque?
C S.- Me encanta esto de conocer al público… es una vida triste y solitaria, ésta de sentarse solito en su oscura choza pensando en cosas para escribir. Y luego te sales al aire libre y allí estás charlando con tus propios lectores… es lo que hace que todo vale la pena. Tengo mucha suerte: mi público no viene con ganas de putearme, pero más bien de sacar unas fotos con el viejo verde aprovechándose para abrazar alguna que otra joven belleza… un deleite. Y no, por supuesto, nadie tiene ganas de navegar conmigo, ni de la más mínima manera!

E. C. A.- Seguro que ya está trabajando en la próxima entrega de sus memorias ¿Con qué Chris Stewart nos encontraremos en esta ocasión?
C S.- El mismo tío… no conozco otro, y no soy capaz de inventarlo. Y como consecuencia, por supuesto todo es cierto, menos las imperfecciones de una memoria cada vez más excéntrica.
E. C. A.- Hemos terminado la entrevista y no le he preguntado por sus inicios como batería en la mítica banda de rock Génesis ¿Le molesta, le sorprende o lo agradece?
C S.- No me molesta un bledo; estoy acostumbrado ya, y por supuesto me ha servido muy bien. A lo mejor me siento un poco desilusionado que la cosa más interesante de mí es lo que hice cuando tuve nada más que quince años. Pero no importa.
C S.- E. C. A.- Pues muchas gracias por su amabilidad y por lo divertido de sus respuestas, Chris.
Un placer, Eduardo… Y muchas gracias a ti por las preguntas tan divertidas.



Eduardo Cruz Acillona es periodista. Lee cinco periódicos al día. No por estar bien informado, sino porque no se fía ni de la solución de los sudokus. Ha publicado dos libros de monólogos de humor: "Más claro, agua" (Ed. Lulú, 2007) y "Mejorando lo presente" (Ed. Bubok, 2008). Algunos de sus relatos también están publicados en antologías y revistas literarias. Diariamente actualiza su blog  Más claro, agua y colabora en la web literaria Más que palabras.

miércoles, 7 de julio de 2010

NO SEAS BUENO, SÉ FELIZ. Entrevista de Carmen Moreno al cantautor Kico Gómez

NO SEAS BUENO, SÉ FELIZ
Entrevista de Carmen Moreno al cantautor Kico Gómez

Por Carmen Moreno
Fotografías de Zoe Riudavets

En el panorama musical actual surgen a menudo propuestas interesantes que se mueven al margen de las grandes discográficas, de los macroconciertos o las cifras millonarias. Los músicos nuevos están trabajando a diario, recorriendo el territorio nacional por muy poco dinero y mucho talento.


            
     El disco de Kico Gómez, “No seas bueno, sé feliz” llega con la fuerza de la fe y las ganas de mostrar una nueva manera de componer, de estar sobre el escenario y compartir el tiempo con los que le siguen. Las canciones del cd son una muestra de lo que la fusión puede lograr si se le añade una base lírica que es incuestionable. Un disco en el que no sólo la música estremece, sino que las letras vuelven a tomar la importancia que siempre tuvieron.

Carmen Moreno.- ¿No está pasado ya de moda aquello de “soy cantautor”?
Kico Gómez.- Posiblemente lo que esté es viciado el concepto que se tiene al usar la palabra cantautor. Porque en un tiempo y en una situación tuvo muchas connotaciones sociales y políticas. Pero por definición objetiva cantautor es aquel que escribe e interpreta sus canciones.
C. M.- Este disco es más popero que el anterior y tiene más fusión ¿le interesa investigar o prefiere conservar aquello que ya ha conseguido?
K. G.- Cada disco es un resumen de lo que uno va creciendo. Simplemente soy de la opinión de que para llegar a este, tuvo que existir el anterior. Y este a su vez será el preludio del próximo. Es simplemente saber crecer con las canciones. Y sí, eso tiene una parte de investigación que me apasiona.
C. M.- ¿Qué cree que es lo mejor de Kico Gómez? ¿Y del disco?
K. G.- Lo mejor de “Kico Gómez” quizá es la sinceridad de mi trabajo. Es decir, cada concierto puede ser una montaña rusa y extremadamente distintos unos de otros porque soy bastante visceral y eso en un escenario es un arma de doble filo.
Del disco tengo la impresión que lo mejor son las canciones en sí. Pueden formar parte de la banda sonora de cualquiera, sin prejuicios de estilos, sin miras más allá de hacer sentir.
C. M.- “No seas bueno, sé feliz”, es un nombre poco comercial, ¿no cree?
K. G.- O todo lo contrario. Es un título que no deja indiferente a nadie y a lo mejor esa  es la parte “comercial” de este disco. Usar una frase para los que cada uno puedan tener una opinión.

C. M.- Hay dos canciones en su disco que me gustan especialmente: “Cruce de cables”, una balada increíble, y “Ni fulana, ni Mengana”, una canción más rockera. En ambas la imagen de la mujer es imprescindible, en ambas se habla de la pérdida de ella, ¿está muy acostumbrado usted a perder?
K. G.- No es una cuestión de una pérdida personal. Para saborear las victorias se debe saber encajar las derrotas. En ese proceso esas dos canciones son momentos de inflexión, momentos de darle la vuelta a la tortilla y coger las riendas de tu vida. Especialmente en el tema de “Ni fulana ni mengana”. En cambio, en “Cruce de cables” al tratar una enfermedad como el alzheimer los matices son distintos.
C. M.- Algunos han dicho que se parece usted componiendo a Ricardo Arjona, ¿se cree deudor de él o no es tan cierto? (Objetivamente, yo no le encuentro demasiados parecidos).
K. G.- Como decía Fernando Delgadillos “Todos somos influenciables”. Es cierto que he escuchado mucho a Arjona, pero también escucho a Miguel Poveda y no por eso hago copla. Se tiende generalmente a buscar un referente cuando nos describimos, a mi personalmente si me comparan con Ricardo Arjona no me ofende, es motivo de orgullo porque Arjona es un compositor y un intérprete sensacional. Pero seguramente a él en su momento lo compararían con uno anterior, hoy es el referente para otros, y estos otros a su vez, serán referente para los que vengan detrás. La música son vasos comunicantes, por lo tanto estamos expuestos a comparaciones, pero no por eso son ofensivas.
C. M.- ¿Conciertos o estudio?
K. G.- El estudio es un laboratorio, un hervidero. Pero prefiero el directo por que es la mejor manera de compartir mirando a la cara de la gente, comprobando sus reacciones en las canciones. Eso es fantástico
C. M.- ¿Composición o actuación?
K. G.- En cambio en esta pregunta prefiero composición. Me parece la parte más bonita de mi trabajo, el hecho de retorcer melodías y palabras, crear una amalgama en tu cabeza que cobre vida en forma de canción me resulta mágico.
C. M.- ¿Cuál es la salud de la canción de autor?
K. G.- Como decía Benedetti “No te salves, no te quedes al borde del camino”. Pienso que esa es la salud. Caminar, seguir creciendo, investigar. Si se cree que con el “sello” cantautor está todo hecho mal iríamos. Por eso creo que hay muchos cantautores, y músicos en general que están experimentando, que están creciendo y eso me hace sentir que la salud de la canción de autor está resurgiendo nuevamente.
C. M.- ¿Cuáles son las dificultades que encuentra un músico que no tiene una multinacional detrás?
K. G.- Principalmente la difusión. Se hace muy difícil hacer llegar las canciones. Y es cierto que hoy por hoy internet ha abierto mucho las posibilidades. Pero una multinacional puede hacer que tus canciones corran por muchos canales, y que tu nombre sea reconocido. Por lo demás no envidio en especial a las multinacionales, trabajar como trabajo me hace dueño y señor de mis decisiones, correctas o incorrectas, pero mías.
C. M.- Sé que le han hecho una gran propuesta. ¿Piensa bajarse del escenario?
K. G.- De momento no. Entre otras cosas porque componer para otros, que imagino será la propuesta a la que te refieres, me parece fantástico pero desde el hecho de componer a la publicación misma de las canciones puede pasar mil cosas. Esa es una puerta más que se ha abierto y estoy encantado con la idea. Pero no deja de ser una oportunidad más. Se trabajará para aprovecharla..
C. M.- ¿Qué se va a encontrar la gente que compre el cd o vaya a sus conciertos?
K. G.- En el disco once canciones llenas de historias y con un sonido lleno de energía para que cada vez que lo escuches encuentren algo más y acabe formando parte de su banda sonora. Canciones que un día acabaran sorprendiéndose tarareándolas. En los directos, encontraran esa energía pero con la sensibilidad y la magia que proporciona el cantar a unos metros del que escucha.



Carmen Moreno es asmática, filóloga y poeta, tres enfermedades que no tienen cura.
Zoe Riudavets es fotógrafa.